Es verdad que un videojuego puede ser el vehículo perfecto para transmitir enseñanzas educativas a quienes buscan una manera didáctica, entretenida e interesante para asimilar ciertos conceptos de forma más dinámica. En especial para los más pequeños, un título de corte educativo les permite familiarizarse con ciertas nociones y definiciones que de otra forma serían mucho más complejas de entender.
Sin embargo, hay ocasiones en que una buena y noble idea puede trastocarse debido a malas decisiones, convirtiéndose en un producto mal elaborado, aburrido, o que de plano no cumple con su cometido de transmitir conocimiento a los jugadores. ¿Quieren conocer a estos falsos educadores? Los invito a descubrirlos tras el salto… Sigue leyendo
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