Desde el basurero vol. 5: Rise of the Robots

Desde el basurero vol. 5: Rise of the Robots

Luego del indiscutible éxito de los juegos de lucha, que gracias a títulos como Street Fighter II, Mortal Kombat o Killer Instinct, le mostraron al mundo un nuevo y sorprendente género. También por esas épocas hubo una película que causó furor en los cines y teatros de todo el mundo, y que de seguro muchos recuerdan: la inolvidable Terminator 2, que en lo personal debo haberla visto cerca de una decena de veces.

Tomando elementos de estas dos influencias, para el año de 1994 Mirage Studios presenta al mundo su Rise of the Robots, que incluyó una amplia gama de versiones, desde las consolas de 16 bits (SNES, Genesis/Mega Drive y GameGear), pasando por los ordenadores personales e incluyendo a un par de consolas que para ese entonces daban sus primeros pasos en la industria: la 3DO y la CD-i.

La promoción del juego incluyó una fuerte inversión en publicidad, en la que se pregonaban sus supuestas virtudes, como sus detallados gráficos pre-renderizados o la presencia de secuencias de video, algo poco común para dicha época. Parte importante de esta campaña publicitaria sería la presencia de Brian May (el guitarrista de la legendaria banda de rock Queen), quien estaba encargado de producir la música del juego.

Con el pasar de los meses, y mientras la fecha oficial de lanzamiento se acercaba, las expectativas de los seguidores se incrementaban, pues al menos conceptualmente, el título prometía un tratamiento diferente, al menos en lo que respecta a los juegos de lucha. Pocos imaginaban el desastre que se aproximaba, y que terminaría con las caras largas de los jugadores al ver la dudosa calidad de la versión final.

Rise of the Robots

Hablando un poco de su historia y antecedentes, en Rise of the Robots nos encontramos nuevamente con una corporación, que para esta ocasión llevaba el original y creativo nombre de Electrocorp, la cual se especializaba en la construcción de prototipos robóticos. En un giro inesperado de la historia, un robot construido por la misma compañía, conocido como el Supervisor, se rebela en contra de sus creadores, por lo que empieza a reprogramar a estos prototipos, dotándoles de conciencia e infectándolos con un virus que los hace más fuertes y agresivos.

El guión digamos que no era nada del otro mundo, pero definitivamente era un acercamiento bastante interesante a un ámbito poco explorado para ser un juego de peleas. Esa ambientación industrial, que tomaba algunos elementos del género cyberpunk, aderezado con un grupo de máquinas que luchan entre sí, sonaba bien. El problema era que detrás de sus brillantes y metálicos gráficos, que efectivamente sorprendían por su nitidez y calidad, encontrábamos un sistema de juego terriblemente mal diseñado, y con una pasmosa y desesperante lentitud.

Quizás la palabra perfecta para describir las sensaciones del jugador al frente de Rise of the Robots es frustración. Y es que en un juego de este estilo, lo que uno espera es que nuestro luchador se mueva ágilmente, esquive golpes y contraataque de manera dinámica. Lamentablemente aquí ocurría todo lo contrario, y el robot al que controlábamos exhibía una excesiva parsimonia al momento de ejecutar sus movimientos. Desde que se presionaba el botón hasta ver la reacción en pantalla, pasaba demasiado tiempo, por lo que la desesperación invadía de inmediato al jugador, que se sentía impotente al ver un comportamiento tan lento y tan torpe.

Rise of the Robots

Pero eso no era todo, ya que si alguien lograba sobreponerse a lo antes mencionado, se encontraba con un sistema de combate exageradamente simple, en el que casi que no existían los movimientos especiales y los combos de plano habían sido borrados del mapa. De aquí que a la segunda o tercera pelea, el juego se volvía repetitivo y aburrido, pues era posible ganar todos los enfrentamientos solamente presionando el botón de patada.

Los modos de juego tampoco levantaban al juego, pues para empezar en el modo individual no existía la posibilidad de escoger al luchador de nuestra preferencia sino que estábamos obligados a jugar siempre con el mismo personaje. Para el apartado multijugador, únicamente el segundo al mando tenía la libertad de seleccionar alguno de los otros personajes, mientras que el primero debía conformarse con el mismo personaje que en la modalidad individual. Súmenle a esto un desbalance escandaloso entre los peleadores, por lo que las peleas eran una verdadera pesadilla que encima se movían en cámara lenta.

Y para terminar de cerrar el círculo virtuoso del buen hacer en Rise of the Robots, la tan promocionada música producida por Brian May brillaba por su ausencia, al menos en la versión para PC. De aquí que los combates carecían de melodía de fondo, aumentando aun más esa sensación de frustración. Las famosas composiciones tuvieron que ser eliminadas casi en su totalidad, pues la disquera que lo manejaba no había entregado el permiso respectivo, dejando al juego sin este primordial elemento.

Es en este punto cuando uno se pregunta, nuevamente, cómo es posible que un estudio medianamente serio y con buenas ideas, haya sido capaz de ofrecer un título de luchas tan mal optimizado y tan vacío. Y si tomamos en cuenta la férrea competencia que existía en el género, lo más natural era que este intento tan llano fuera condenado de inmediato al olvido.

Hay que reconocer que en su planteamiento el juego tenía cosas muy interesantes y con mucho potencial. Sin embargo, la ejecución del mismo es escandalosamente mala. Y si bien a nivel gráfico el juego mostraba una cara bonita, por detrás escondía una serie de errores que de inmediato desvirtuaban todo lo conseguido visualmente. Rise of the Robots representa todo lo que no debe ser un juego de luchas, y eso sin duda es un logro difícil de conseguir y superar.

10 Comentarios

  1. Yo recuerdo a Rise of the Robots como uno de los grandes batacazos de los videojuegos, estuvieron varios meses anunciándolo en todas las revistas de los videojuegos como el próximo gran juego de lucha, con unos gráficos nunca vistos y una jugabilidad cercana a Street Fighter II, pero fue salir los primeros análisis del juego y ver como era una auténtica castaña de donde poco se podía salvar, sin duda una de las grandes víctimas del hype en los 90.

  2. Siempre he odiado los robots. Así que este juego lo detestaba. Y más aún viniendo después de un magnífico Killer Instinct. Recuerdo que una vez estuve a punto de alquilarlo para probarlo. Creo que hice bien en alquilar otro juego distinto. XD

    • Cuando yo lo probé en su tiempo me pareció malísimo. Y desde entonces han pasado ya varios años y se me hace difícil pensar en otro título de peleas así de malo. Fácilmente se lo podría calificar como un juego que no pudo sostener toda la expectativa que había levantado.

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